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De superbike a café racer, así es la Praëm SP3

Los hermanos Sylvain y Florent Berneron se tomaron más de 4000 horas de trabajo para terminar de realizar esta deslumbrante creación. Partiendo de una reconocida superbike concluyeron en una exquisita café racer.

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Estos franceses son conocidos en el mundo de las preparaciones por tomar modelos de motocicletas deportivas específicas y transformarlas al extremo de quedar irreconocibles. En este caso nos encontramos con la Honda RC51, reconocida por ser campeona del WorldSBK en el 2000, con Colin Edwards como piloto. Una vez que pasó por las manos de los hermanos Berneron cambió completamente para convertirse en la Praëm SP3.

La futurista gala

Sylvian, diseñador de BMW Motorrad, y Florent, mecánico aeronáutico, juntan cabezas para producir cambios radicales como vemos en esta café racer con líneas modernas y mucho brillo. De la moto base conservó el chasis, ya que el motor es el mismo, simplemente que fue mejorado. El bicilíndrico se revisó a fondo, particularmente la refrigeración del cilindro trasero, y le colocaron nuevas válvulas de titanio. El propulsor alcanza unos 170cv de potencia y unos 125Nm de torque.

Las suspensiones también se actualizaron y ahora monta una horquilla invertida presurizada FGR300, y un monoamortiguador TTX36, ambos de riguroso negro, con tornillos de titanio, y firmados por Öhlins. Mientras que la frenada está compuesta por discos de freno carbonecerámicos de Sicom, mordidos por pinzas Brembo; van calzados a las llantas de fibra de carbono marca Rotobox.

Por supuesto que el carenado fue completamente remodelado, con un aire bastante futurista, pero con cierto espíritu de deportiva de otros tiempos. Esta especial carrocería se realizó con 1150 cables de acero intercalados, técnica que se luce tanto en el frontal, como en los laterales, el colín, y el guardabarros delantero. Todo esto pesado un total de 7,8kilos.

Por otra parte todas las luces son de LED, tanto la del frente, como las que se pusieron a los lados. Pero como piezas claves tiene el tanque de gasolina, que hecho en aluminio, a mano, que guarda hasta 12 litros. Además en el instrumental se posa un reloj TAG Heuer Monaco Calibre 11, dentro de una caja fabricada a medida. Se completa así la exclusiva y bella Praëm SP3 de la casa francesa de preparadores.

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