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Henderson KJ (1929): entre el streamline y el Art Decó

Antes de que la fábrica norteamericana Henderson desapareciera por las inclemencias económicas de la década del 30, produjeron uno de los mejores estandartes de las motos Art Decó. Ella es la exquisita KJ Streamline.

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Antes de que la fábrica norteamericana Henderson desapareciera por las inclemencias económicas de la década del 30, produjeron uno de los mejores estandartes de las motos Art Decó. Ella es la exquisita KJ Streamline.

Hace un tiempo les contamos la historia de la triste BMW R7 Concept, una joya del Art Decó que parecía de otras épocas, y hace menos tiempo les mostramos a la BMW Alpha K75, un verdadero exponente del streamline. Uniendo esos dos concepciones estéticas les presentamos ahora a la Henderson KJ, un ejemplar estadounidense que supo ser una bella pieza sobre dos ruedas. No tuvo una vida muy larga, pero sus líneas de diseño son verdaderamente destacables.

El comienzo de la aventura

Ray Courtney estaba fascinado por el movimiento artístico de aquellos años, que tenía a todos siguiendo sus preceptos. Este hombre quiso llevar ese mismo estilo a una máquina de dos ruedas, pero no cualquiera, debía ser la mejor de todas (o por lo menos intentarlo). Lamentablemente se le ocurrió la idea justo antes de la gran depresión que comenzó en las tierras del norte después de 1929.

La KJ era un homenaje al Art Decó, pero también quería imitar las líneas de los coches de la década del 20. Con ver la tropa o el asiento se puede percibir el aire de esos pintorescos automóviles. Además el carenado es completo y verdaderamente a golpe de vista hasta puede no parecer una moto.

Pero no solamente tiene una perfecta confección en el diseño de sus partes, la KJ buscaba ser aerodinámica, para alcanzar altas velocidades, y su motor también lo demuestra. El corazón de la máquina era un tetracilíndrico de 1300cc, que alcanzaba nada menos que 40cv y una máxima de 165km/h. Algo que puede sonar a poco, pero que el 1929 era una verdadera locura.

El triste final

A pesar de ser uno de los mejores modelos de la época, la KJ Streamline tuvo dos años de producción. Claramente se vio afectada por la crisis del 29, ya que no muchos podían pagar los 435 dólares que costaba. Aunque tuvo cierto éxito, porque se le conoció una versión mejorada, la Special KL, que pudo superar los 191km/h, y que tenía una potencia mayor (de 45cv).

Si bien Henderson debió cerrar sus puertas en 1931, es aún una marca muy recordada. Además el modelo KJ también todavía hoy tiene a sus amantes que han llegado a restaurarla.

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