La Indian Scout que actualmente sigue firme en el catálogo de la firma norteamericana, no es más que un reflejo que intenta continuar con el espíritu de aquella primera máquina que vio la luz en 1920. El creador de ese modelo primitivo fue Charles B. Franklin, piloto que antes de diseñar el ejemplar supo hacer podio en el mítico Tourist Trophy de la Isla de Man, en 1911.
Casi 100 años de vida no son tranquilos para nadie, menos para esta moto que supo encontrar su sitio desde el principio. Pudo rodar las calles de las ciudades, las competencias, y el salar de Bonneville; convivir con la Segunda Guerra Mundial. También caer al olvido junto a la bancarrota de la marca, así como volver como un eterno caballo de batalla para Indian.
El paso del tiempo
Su desarrollo fue en 1919 y comenzó su comercialización al año siguiente, haciendo frente a los modelos de la firma competidora de siempre, Harley-Davidson. Era una versión de la PowerPlus, contaba con un motor V-Twin de 606 cc, que luego crecería en cilindrada hasta 750 cc, en 1928. Con ese cambio siguió cautivando al público que ya había confiado en sus prestaciones desde el minuto cero. Desde su aparición fue uno de los modelos más vendido de la marca de Springfield, junto a la Chief, que entraba en el segmento de más cilindrada.
Pronto los motociclistas la reconocieron por su fiabilidad y sus prestaciones, eligiéndola para las carreras en Estados Unidos. Además del motor, la altura del asiento era reducida y la distancia entre ejes prolongada, haciéndola ideal para los corredores. Pero también fue elegida por el ejército de USA en la Segunda Guerra Mundial, donde estuvo presente el modelo.
Dominó en la década de 1930 la categoría de superbikes en su país de origen, sacando de las luces a H-D. En 1937 se corrió por primera vez la carrera de las 200 Millas de Daytona, y como no podría haber sido de otra forma, la Indian Scout ganó la prueba, con Ed Kretz como piloto. Se repitió triunfo en la famosa competencia en 1947, con Johnny Spiegelhoff y en 1948, con Floyd Emde.
Desaparición y renacimiento
Pero en 1949 los estadounidenses pusieron fin a la vida de la Scout, y pocos años después, en 1953, la propia Indian cesó toda la producción de motocicletas. Sin poder hacer frente a la embestida de otras marcas que le sacaron terreno. Aunque el ejemplar seguía teniendo fieles fanáticos, como el piloto neozelandés Burt Munro, reconocido por lograr el récord de velocidad en Bonneville. O Soichiro Honda, quien tuvo una Scout, antes de comenzar con su imperio en el país del sol naciente.
Tuvo un pequeño regreso, entre 2001 y 2003, cuando fue fabricada por Indian Motorcycle Company of America. En un intento por hacer resurgir la marca, que cayó en bancarrota, pero retomó actividades luego de una reestructuración en 2006. Aunque en esa segunda vuelta la Scout no era de la partida.
Hasta que por fin, en 2015, cuatro años después de que Polaris Industries comprará la empresa; renació la Indian Scout. Completamente renovada, llevada a un diseño más actual y moderno, pero sin perder el alma de la original.