Puig Diablo: Una moto del futuro (y no es eléctrica)
La casa española de accesorios tomó una Yamaha MT-09 y la convirtió en “Diablo”, una naked moderna con varios dispositivos llamativos. Te contamos los detalles de la unidad.
En el marco de “The Project Everflowing Design” nació la Diablo, una motocicleta que fue creada por la marca Puig en un ejercicio de creatividad sin límites. En la unidad se agregaron mejoras estéticas para optimizar las prestaciones de la unidad original, una Yamaha MT-09.
Así se imaginan el futuro
Casi siempre, cuando leemos sobre una motocicleta futurista hablan de una eléctrica, con estética muy deportiva y líneas aerodinámicas. Pero en esta ocasión no, es una naked que si bien tiene un estilo moderno, no parece excéntrica, y además conserva el motor a combustión.
La Diablo fue creada por los diseñadores de Puig, que dejaron volar su imaginación, pero sin sacar los pies de la tierra. El resultado es una deportiva radical, con varios dispositivos modernos, donde se destacan los alerones móviles. Además se ha modificado la posición de manejo, para mejorar la aerodinámica y la protección del usuario.
En el frente tenemos la cúpula que se puede elevar electrónicamente, con un recorrido de 100 mm, y deflectores para proteger al motociclista. Más abajo se ubican los alerones que pueden aumentar el efecto suelo en el eje delantero; lo que ayuda a la estabilidad en altas velocidades. Para moverlos se usan un sensor y 4 servomotores, según los creadores las posiciones serían infinitas.
En los laterales tiene protecciones para el tanque; y cuenta también con una quilla para llevar aire hacia el motor. Las llantas parecieran lenticulares, suman una pieza de aluminio a modo de tapa, que ayuda a refrigerar los discos y las pinzas de freno. Mientras que el colín ha sido modificado, son dos piezas con una iluminación minimalista, el diseño ayuda al paso del aire para mejorar el rendimiento de la moto y hacerla más estable.
Joan Puig, Director Comercial de Puig: “Con implicación y pasión. ADN de una empresa familiar como la nuestra, que hoy ya pilota la segunda generación con el mismo compromiso de los inicios para ser un referente de los accesorios de moto a nivel mundial”.
Berta Perarnau, responsable de diseño: “Es la primera vez que nos enfrentamos a un proyecto de diseño tan libre. Ha sido un reto y un aprendizaje muy interesante para todo el equipo que nos ha permitido ver lo que somos capaces de hacer y de él han surgido nuevas líneas de diseño y muchas ideas para el futuro”.
Miquel Vallribera, diseñador principal: “Queríamos abrir el debate sobre cómo puede ser la moto y los accesorios del futuro, mostrando cómo nos la imaginamos en Puig y el resultado. La Diablo creo que es el exponente perfecto, con la aerodinámica activa, la protección, la funcionalidad, y la estética como principios de diseño”.