Esta Triumph Bonneville EFI del año 2008, llegó a Barcelona para desarmarse y volverse a construir, pero bajo el elegante nombre de Ruby. Los culpables de la criatura motorizada son los preparadores del taller español Tamarit Motorcycles, así como su dueño Javier. El motociclista catalán pidió expresamente una máquina que se adapte a su estilo de vida, y quedó enamorado al instante de su nueva compañera.
El brillo de la joya
Quizá el nombre elegido para la moto no haya sido por otra cosa que su exquisito diseño, que la vuelve tan preciada como una piedra preciosa. Pero lo cierto es que ni los creadores, ni el propietario explicaron su denominación. Aunque si salta a la vista la estética vintage, con terminaciones más que cuidadas por parte de sus preparadores.
Javier vive en las costas catalanas, y les dijo a los customizadores que necesitaba una compañera de dos ruedas. Ella debía encajar con sus constantes viajes, además de llevarlo por sus habituales paseos junto al mar. En principio iba a realizar una moto estilo Street Track, pero por suerte viraron hacia lo clásico/bobber para terminar construyendo la belleza que vemos en las fotos.
La base es una Triumph Bonneville EFI del año 2008, con motor de 800 cc repintado para la ocasión, un chasis reformado, y varias piezas añadidas cromadas. Lleva tapas laterales artesanales de hierro, con filtros de potencia K&N, amortiguadores con mayor inclinación, neumáticos Victory Vintage, y más. Sobresale como elemento exclusivo, el asiento separado, símil bicicleta, con la parte trasera flotante.
La Ruby de Tamarit Motorcycles se presentó en un showroom especial, pero antes la mostraron ante su dueño. No fue de una manera convencional, sino que lo hicieron sin previo aviso. Javier viajó hasta Elche (donde queda el taller de preparaciones), para estar en el evento. Los creadores de la máquina decidieron colocarla durante la noche en la recepción del hotel donde estaba el propietario, para que a la mañana siguiente se la encontrará de sorpresa.
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