Al andar en moto nos exponemos a sufrir más del frío o el calor en la ruta, para solucionarlo sencillamente optamos por usar la indumentaria adecuada. Los que pueden permitírselo, llevan chalecos calefactables o refrigerantes, pero… ¿si pudiésemos tener los dos en uno?
Supongamos que hacemos un viaje largo, donde por la mañana hace más frío, porque no está el sol, y por la tarde sufrimos del calor. Entonces deberíamos poder solucionar ambas temperaturas con una sola pieza el chaleco Rukka M-Clima. O por lo menos eso dicen desde Mat Group, donde aseguran que gracias a su sistema de “frío-calor” podremos viajar siempre cómodos.
El frío-calor para la ruta
La empresa Mat Group ideó el sistema M-Clima, que no es más que un dispositivo para regular la temperatura, de manera tal que no sufriremos tanto ni del verano, ni del invierno. En su web dan una larga explicación sobre cómo funciona este chaleco, y nosotros trataremos de simplificarlo de la mejor forma (además de traducirlo, porque no está disponible en español).
Encenderlo o apagarlo es sencillo, tanto como elegir frío o calor, gracias a su simple control que cualquier podría entender. Para funcionar usa una batería de ión-litio, colocada en la espalda, que puede sacarse abriendo un cierre. Gracias a ella el chaleco podrá estar prendido durante aproximadamente dos horas, así como también la podemos conectar a la moto mediante un cable, para que se cargue la batería, y pueda seguir andando.
Si hace calor, activaremos el modo frío, que no funciona como un aire acondicionado, sino más bien como un ventilador. Mediante un ventilador lateral hace entrar a presión el aire del exterior, que pasará al cuerpo del motociclista por tubos, de forma que brindará una sensación de fresco interior.
En cambio, si estamos muertos de frío, podremos optar por la opción de calor, que la darán los paneles de silicio. Los mismos están en lugares específicos del chaleco, y mantendrán una temperatura constante de 45ºC, como máximo.
El chaleco Rukka M-Clima viene en seis talles (S, M, L, XL, XXL y 3XL), pero tiene dos puntos en contra. El primero es que al no ser un climatizador, no se puede regular, es decir que no está disponible la selección de temperatura, es frío o calor. El segundo problema de esta indumentaria es el precio, que no es para todos y todas, porque cuesta nada menos que 999 euros.