Desde Estados Unidos llega está creación sobrealimentada, con base en la máquina italiana. Además del agregado mecánico se viste más deportiva con toques que sacan un costado café-racer.
La sucursal norteamericana de Moto Guzzi le encargó al preparador australiano Craig Rodsmith un ejemplar único, en el marco del Proyecto V9 Custom Builder 2017. Es así como nació esta motocicleta que se inspira en el clásico estilo de la firma italiana, por su carácter y brillo propios.
Los mejores detalles
Rodsmith lleva más de 40 años construyendo customizaciones, desde que vivía en su Australia natal, pero fue hace poco tiempo, en Chicago, cuando se le reconoció su talento. Más precisamente en 2016, momento en el que estrechó lazos con Moto Guzzi, que ahora lo llamó para que intervenga una Moto Guzzi V9 Roamer. Para el preparador es importante que sus creaciones se muestren rápidas a primera vista y deben provocar emoción al encenderse. Para él estos dos ítems se cumplen con su nueva criatura.
Cada pieza de la obra fue pulida hasta alcanzar la perfección, porque al australiano le gusta el trabajo minucioso. Por ejemplo, para realizar los cambios en el motor, llamó a Joe Walano, The Doctor Guzzi, un verdadero especialista en la firma italiana, como su nombre lo indica. Así le instalaron al propulsor el sistema turboalimentado Garrett T15.
Un elemento también llamativo es el tanque de gasolina, configurado y hecho a mano por Craig. Hace resaltar a sobre manera el corazón bicilíndrico de la Roamer, gracias al pulido intenso que lleva. El metal se ve en cada parte del cuerpo de la máquina, ya que no se utilizó ni fibra de carbono, ni otros componentes de ese estilo, logrando que tenga un brillo especial. Así es que la electrónica y otras piezas originales quedaron detrás del metal.
Por otra parte, cuenta una horquilla Marzocchi heredada de una Ducati 1299 Panigale. Mientras que las llantas son Kineo, los neumáticos unos Pirelli Diablo Corsa, y los frenos marca Brembo. El asiento se le encargó a JBseatz, las intermitentes llevan la firma de Cheese Racing, y lo demás viene de la mano de Rodsmith, como el sistema de escape.
Se completa así una exquisita preparación de la Moto Guzzi V9 Roamer, encargada por la propia marca. Sin perder el espíritu elegante italiano, suma deportividad con el estilo café-racer, y brilla por todos los rincones como una verdadera estrella.
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