La marca de los diapasones actualizó su deportiva, y la presentó en Laguna Seca. Esta nueva generación se muestra con una estética más cercana a la M1 de MotoGP, y un apartado electrónico más completo.
La superdeportiva de la casa de Iwata ha sido renovada para seguir compitiendo dentro de su segmento. En su versión 2020 traerá mejoras en la electrónica y la aerodinámica, con una actualización de motor que no cambia la potencia, pero mantiene las prestaciones óptimas para el modelo.
Tanto la Yamaha R1, como su edición más extrema la R1 M, fueron especialmente modificadas para cumplir con la normativa Euro5 del año próximo. Por supuesto, no perdieron el espíritu que mantuvieron por más de 20 años.
La R1 “a secas”
El carenado de este ejemplar se extendió un poco más que la versión anterior, ahora es más cercano al tanque de combustible, inspirado en la M1 de MotoGP. Según la firma nipona el cambio aumenta en un 5.3% la eficiencia aerodinámica, así como la ergonomía de la máquina. Pero en el frente se mantuvieron los faros, ahora de LED, al igual que las luces de posición que van en hilera, o los proyectores escondidos en la parte inferior.
La R1 ofrece 200 cv de potencia máxima a 13.500 rpm y un par motor de 113,3 Nm a 11.500 rpm. El motor sigue siendo el tetracilíndrico de 998cc Crossplane, que confirma la adecuación a la Euro5 sin perder prestaciones. Se ha rediseñado su sistema de admisión, con nuevos inyectores Bosch de 10 orificios, para un ángulo de pulverización más abierto, que proporciona una combustión más eficiente.
Se cambió también el tanque de combustible, en pos de la aerodinámica, así como el escape añadió una protección de titanio en el final. El mismo sistema también se adecua a la Euro5, con cuatro catalizadores, con dos adelante de la cámara de escape y otros dos en la parte de atrás.
Además con idéntico fin, funciona nuevo acelerador APSG (Accelerator Position Sensor Grip), para controlar el motor. Otros aspectos en la electrónica son el Cornering ABS ajustable en dos modos; la nueva unidad de gestión de freno motor de tres modos (alto, medio o bajo); el ‘launch control’ optimizado, fijado en 9.000 rpm. Toda esa información y más se verá reflejada en la nueva instrumentación, con pantalla TFT.
Mientras que en la parte ciclo cuenta con el chasis de doble viga de aluminio; que funciona en la delantera con la horquilla invertida Kayaba de 43 mm y 120 mm de recorrido; más el amortiguador de dirección actualizado en la trasera con el monoamortiguador modificado. Cuenta con nuevas pastillas de freno, además de llantas de aluminio con neumáticos Bridgestone Battlax RS11.
La versión M
Más exclusiva y con unidades numeradas, llevará las mismas mejoras electrónicas. La M cuenta con un carenado, guardabarros y colín, fabricados en fibra de carbono, ruedas de magnesio, y subchasis más ligero, pero no puede disminuir su peso, contando con 1 kilo más que la R1. Suma a nivel suspensiones, con la horquilla electrónica Öhlins ERS NPX anti-rebote; y el amortiguador trasero electrónico con nuevos ajustes de precarga.
Con novedad, a través de la aplicación YRC Setting el usuario podrá controlar todos los sistemas electrónicos de la máquina, incluso llegando a anularlos en algunos casos. Con esta app se podrá acceder a la Unidad de Control de Comunicación, para descargar los datos al celular. Así se sabrá por ejemplo información como la aceleración o las fuerzas G.
Para ver a las R1 y R1 M en acción te dejamos este vídeo: